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El poder de la autenticidad en una figura pública

“Cuídate de no parecer brillante” La diferencia entre el parecer y el ser.

La palabra "autenticidad" proviene del verbo griego "authenteo", tener autoridad, gobernar a alguien y del sustantivo "authentés" el que obra por sí mismo.

Entonces comprendo que “autenticidad” quiere decir el que gobierna y gana autoridad sobre otros por sus propias obras.


Hoy en día la autenticidad es un valor que implica valor. Valor para mostrase desde su verdad, su real pensar y sentir. Esto lo convierte en un ser transparente que inspira a los que se identifican creando un lazo hacia él.


Uno de los mayores temores en nuestra cultura está relacionado con la oscuridad, la no claridad, la no transparencia. Genera incertidumbre, ofuscación y miedo.


No importa que tan cruda sea la verdad, siempre y cuando sea.

La verdad es la madre de la autenticidad.


El estar en contacto con tu verdad y expresarla, es lo que te hace ser auténtico. Pero la autenticidad no es algo que vas a juzgar tú, sino que es percibida y dictaminada por los demás.


¿Cómo se vé la autenticidad?


La autenticidad pareciera ser percibida más que en el consciente en el subconsciente de los demás. Y es determinada a partir de la coherencia entre lo que se dice, hace y expresa tu cuerpo. El subconsciente es el que recibe la información de las microexpresiones que son movimientos involuntarios de los músculos de la cara, en momentos especialmente emotivos, positivos o negativos. En la actualidad, se ha determinado que las siete emociones básicas (Alegría, rabia, tristeza, sorpresa, desprecio, miedo y asco) no pueden ser “falsificadas”, pues los músculos de la cara se mueven, en la mayoría de los casos, de manera automática, y no hay forma que podamos reproducir esos movimientos perfectamente de manera consciente, aún con mucha práctica.


Si quieres obtener algo más, una nueva posición, un nuevo cargo, y tu estrategia está en crear una imagen que parezcas ser una persona confiable, decente, expresando palabras que parecen creíbles, sino están soportadas desde la verdad, no serán percibidas como auténticas, e influirá siempre en su elección y fidelidad hacia ti.


Lo que más afecta a la marca personal es la violación a la autenticidad. Lo veo con mis clientes todo el tiempo. En varias ocasiones, me dicen; “Rubí quiero crear una imagen de:” y yo les digo cuando se descubre que eres otro y no quien verdaderamente eres, tendrás que comenzar de nuevo.


Lo vemos mucho en las figuras públicas, hacen una campaña y mostrando un rostro, un estilo, bueno hasta cultos parecen ser, y la triste realidad es que no hay nada de eso y por ello pierden credibilidad. Parecen brillantes pero son sólo falsos cristales.


Lo mejor y de trascendencia es descubrir y expresar tu verdad, en lo que crees, piensas, sientes, te apasiona y honras. Siéntete orgulloso y valeroso al expresarlo. Siente la verdad en tí, escúchala, hónrala y exprésala.


Lo más importante para construir una marca personal sólida es la reputación de la misma, y la autenticidad es el mejor ingrediente para sostenerla. Quien habla siempre en congruencia con la verdad no tendrá que recordar nada, ahí estará a su disposición.


Atentamente,

Rubí Flores.

Personal brander coach


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